En línea con lo que suele ser el mes de agosto y septiembre en los últimos años, la salud del Mercado no es la idónea. El SP500 pierde fuerza respecto a las reservas en Dólares y también respecto al T-Note y las commodities. Si bien es cierto que la situación por el momento no es especialmente preocupante, la tendencia no está siendo buena.
La parte positiva es que, a pesar del evidente deterioro en el corto plazo del Mercado, la volatilidad no se está disparando y la mayoría de los indicadores de Amplitud de Mercado marcan, por decirlo de alguna manera, una corrección dentro de lo normal. Dicho de otra manera, no parece que estemos ante grandes caídas.
Desde el punto de vista técnico, en el gráfico semanal podemos ver como el NYSE se mantiene por encima de su media de 30 semanas y que el retroceso lo ha llevado a la zona de soporte (15.800 puntos), este nivel es importante porque en agosto del 2022 y enero del 2023 los bajista repelieron la subida.
Lo cierto es que, a día de hoy, más allá de lo que nos digan los indicadores de Amplitud de Mercado, el NYSE está en una zona de soporte. Perder los mínimos de las últimas tres semanas abriría la puerta hacia un retroceso a los 15.400 puntos y de ahí, el siguiente nivel a vigilar serían los 14.880 puntos. Es un escenario que ni mucho menos podemos descartar.
Los bonos tienen mucho que decir Si este movimiento en los mercados será de consolidación para un nuevo impulso alcista o uno bajista es algo que decidirá el comportamiento de los Bonos.
La mayoría de los analistas están de acuerdo con que la FED y el BCE parecen estar al final del ciclo de endurecimiento monetario.
Si nos fijamos en la evolución del Bono estadounidense a 10 años, vemos como la tendencia es alcista desde el pasado mes de abril. Estuvo cerca de sus máximos del pasado año 2022 en el 4,34% sin conseguir superarlos.
Para confirmar cualquier relajación significativa, estaremos atentos al soporte del 4,00%, que lógicamente debería alimentar la recuperación de los índices de renta variable.
Por el contrario, una ruptura clara del 4,34% al cierre de la semana allanaría el camino hacia una subida del 5%, al tiempo que lastraría el mercado bursátil.
La estacionalidad y el año preelectoral que debería ser positivo El mes de septiembre es, estadísticamente, el mes más bajista del año. El final de mes suele tener caídas y, a partir de ahí, en octubre suele formarse el suelo de cara a la parte final del año.
Las acciones subieron el 100% del tiempo 6 meses después de que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años alcanzaran nuevos máximos. Las tasas de interés que suben no muestran una razón histórica para comenzar a vender acciones.
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