Las perspectivas para el oro y la plata en 2025 están determinadas por una serie de factores clave, incluyendo la política monetaria de la Reserva Federal de EE. UU., las tensiones geopolíticas y las políticas comerciales de EE. UU. que pueden afectar tanto la inflación como la confianza económica global. A continuación, se exploran los posibles escenarios para ambos metales preciosos en este contexto.
Oro: Influencia de una Fed Fuerte y Aranceles en la Economía Global La relación entre las decisiones de la Reserva Federal y el oro es fundamental para entender su evolución en 2025. Si la Fed mantiene una política monetaria restrictiva, con tasas de interés altas, el dólar se fortalecerá debido a los mayores rendimientos de los activos denominados en dólares. Esto puede llevar a una presión a la baja sobre el oro, ya que los inversores tienden a preferir activos con mayores rendimientos. En este escenario, el oro, que no genera intereses, podría ver una disminución en su atractivo.
Sin embargo, si la Fed se muestra particularmente agresiva para controlar la inflación o prevenir una recesión económica, la demanda de oro como refugio seguro podría aumentar. La incertidumbre económica o política a nivel mundial, como las tensiones en Europa del Este o las relaciones comerciales internacionales, podría desencadenar una mayor compra de oro, lo que podría contrarrestar la presión a la baja originada por las tasas de interés más altas.
Además, la política de aranceles más elevados y la reducción de la deuda pública en EE. UU. jugarían un papel importante. Si los aranceles generan una disminución de la deuda pública a través de mayores ingresos fiscales, la confianza en la economía de EE. UU. podría aumentar, lo que disminuiría la necesidad de buscar refugio en el oro. No obstante, si los aranceles limitan las importaciones y reducen la oferta de bienes, podrían surgir presiones inflacionarias internas, lo que aumentaría la demanda de oro como protección frente a la inflación. Por lo tanto, el futuro del oro dependerá de cómo la Fed gestione su política monetaria frente a la inflación y cómo los aranceles afecten a la economía interna de EE. UU. Si la Fed tiene éxito en controlar la inflación y estabilizar la economía, el oro podría experimentar presiones bajistas. Sin embargo, si la inflación interna y los aranceles aumentan las preocupaciones económicas, el oro podría retomar su rol como activo refugio contra la incertidumbre. En este contexto, el oro podría experimentar un repunte importante, con proyecciones que sugieren que podría retomar un rango entre los 2789 y los 2850 por onza para finales de 2025. Si no se presentan estas condiciones, la presión bajista podría enviar al oro a un rango en zona de entre los 2450 y 2500 USD por onza. S1: $2,537.00 S2: $2,450.63 S3: $2,386.35 R1: $2,789.89 R2: $2,685.03 R3: $2,587.45
Plata: Perspectivas Influenciadas por el Oro y la Demanda Industrial Aunque la plata sigue de cerca al oro, su evolución en 2025 estará marcada por su doble función: como activo refugio y como metal industrial. En el caso de un repunte del oro, la plata probablemente se beneficie de esa tendencia, pero también tendrá un impulso adicional gracias a la creciente demanda industrial en sectores como la tecnología y las energías renovables. La plata es crucial para la fabricación de paneles solares y componentes electrónicos, lo que podría generar un aumento en su demanda. En este sentido, la plata podría ver un aumento significativo en su valor si la demanda industrial se intensifica, particularmente en países que invierten fuertemente en infraestructura verde. Las proyecciones para la plata sugieren que su precio podría superar los $34 por onza, con un rango esperado entre $21 y $32,5 si la tendencia es pesimista y de buscar máximos de $34- 38 por onza en una perspectiva alcista, dependiendo de la evolución de la economía global y las políticas de la Fed. S1: $27.951 S2: $21.986 S3: $17.409 R1: $34.845 R2: $31.139 R3: $26.112
Conclusión: 2025, un Año Decisivo para los Metales Preciosos Tanto el oro como la plata parecen estar bien posicionados para experimentar aumentos en sus precios en 2025, aunque con factores que podrían generar volatilidad. La política monetaria de la Fed y las tensiones geopolíticas seguirán siendo factores determinantes, mientras que las políticas comerciales de EE. UU. y la demanda industrial jugarán un papel más relevante en el comportamiento de la plata. Los inversores deberán estar atentos a cómo estos factores interactúan para maximizar sus rendimientos. Ion Jauregui – Analista ActivTrades
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